El Epa (ácido eicosapentaenoico) y el DHA (ácido docosahexaenoico) son ácidos grasos esenciales poliinsaturados, pertenecientes a los ácidos grasos Omega-3, necesarios para nuestro organismo y muy beneficiosos para la salud. Dado que nuestro cuerpo no es capaz de sintetizarlos, necesitamos ingerir estos ácidos grasos a través de la alimentación o mediante suplementos.
Funciones de los ácidos grasos EPA y DHA
Al ser componentes estructurales de los tejidos, los ácidos grasos EPA y DHA son vitales para la síntesis de las membranas celulares. Igualmente, cerebro, retina y otros tejidos nerviosos son ricos en estos ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga.
A nivel individual, el EPA ayuda a proteger el corazón y los vasos sanguíneos; ayuda al buen funcionamiento del sistema circulatorio y del cerebro; y es también un buen antiinflamatorio natural.
Por su lado, el DHA es imprescindible en la formación de los componentes estructurales del cerebro. De hecho, un 25% de la grasa de de este órgano en humanos y animales es DHA. También es indispensable en la composición estructural del sistema nervioso central (incluido el mismo cerebro), y ayuda a proteger la retina y las células reproductoras.
La combinación de ambos ácidos grasos es útil para reducir el impacto de las enfermedades cardiovasculares, disminuye la formación de coágulos en sangre que provocan ataques cardíacos y protegen contra los latidos irregulares del corazón. Además, ayudan a prevenir la obesidad, la diabetes tipo II, mejoran el desarrollo cerebral y mantienen una buena salud mental (especialmente en casos de trastorno bipolar).
Dónde podemos obtener ácidos grasos EPA y DHA
Los alimentos con las mayores cantidades de ácidos EPA y DHA son los pescados azules: salmón, atún blanco, trucha, caballa, sardinas, arenques, krill, etc.
También podemos obtener ácidos omega 3 de fuentes vegetales como las semillas de lino, las nueces o el aceite de soja, en este caso, el ácido obtenido es el linolénico o LNA. Nuestro organismo no puede asimilar el LNA directamente. Para ello es necesario que se transforme en EPA y DHA. Durante este proceso, parte del ácido linolénico se pierde por oxidación o se quema en forma de energía.
Por ese motivo, para la asimilación y absorción de ácidos grasos omega 3 resulta más eficiente el consumo de pescado azul o sus derivados (aceite de ricino o suplementos alimenticios).
Cantidad recomendada de EPA y DHA
Las cantidades recomendadas de EPA y DHA para mantener una salud normal de un adulto son de 200-250 mg/día. Con dos raciones semanales de pescado azul a la semana se cubre suficientemente este requerimiento diario. En el caso de mujeres embarazadas y lactantes, es aconsejable añadir 200 mg más de DHA a las cantidades recomendadas.
En la actualidad, con nuestro modo de vida rápido y desenfrenado y nuestras dietas descuidadas, a menudo no cumplimos con el mínimo requerido de estos ácidos grasos con el único aporte de nuestra alimentación. Una buena decisión es entonces, incluir en nuestra alimentación diaria un suplemento nutricional.
Omega 3+ EPA350/DHA250
Una de las soluciones más populares y que da más buenos resultados son las cápsulas de Omega 3 con un alto contenido de ácidos grasos EPA y DHA. Concretamente, el etiquetado EPA350/DHA250 indica que su aporte por cada dosis es de 350 mg de EPA y 250 mg de DHA, cumplimentando adecuadamente los requisitos nutricionales diarios necesarios.
Las cápsulas de Omega 3+ EPA350/DHA250 de Bamboolabs son elaboradas a base de aceite de pescado azul concentrado con un alto contenido de estos ácidos grasos.